Equipo de Medicina Interna del Hospital Victoria Eugenia
Durante las fiestas navideñas, se suceden las celebraciones con familiares y amigos. Aumentan las comidas fuera de casa y ésto conlleva, en ocasiones, cometer algunos “excesos”, ya que consumimos más de lo acostumbramos y es aconsejable.
En esta época es frecuente, además, aumentar de peso debido a un aumento en el consumo de grasas y carbohidratos, fundamentalmente.
Consecuencias negativas para la salud
Las consecuencias de los excesos en estas fechas pueden provocar, además del aumento de peso, consecuencias negativas en nuestra salud, tanto a corto plazo (debido fundamentalmente al sobreesfuerzo digestivo tales como acidez, pesadez abdominal e incluyendo en algunas ocasiones pancreatitis y cólicos biliares) como a medio plazo (aumento del colesterol, enfermedades hepáticas, desequilibrios metabólicos y descompensaciones de la hipertensión arterial o la diabetes).
Sin embargo, siguiendo unas sencillas pautas de alimentación, propuestas desde la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, podemos disfrutar de estas fiestas tan señaladas sin descuidar nuestra dieta, ni sufrir estas consecuencias de las que hablábamos. Son éstas:
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Mantén tus hábitos de alimentación, manteniendo el horario habitual de comidas. La dieta mediterránea es una dieta perfecta para mantener una alimentación saludable.
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Evita el ayuno previo a las comidas, así como “picar” entre horas.
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Mantén tu ritmo de ejercicio físico habitual.
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Consume fruta, verduras, hortalizas y frutos secos, ayudarán a realizar una digestión menos pesada. Se pueden incluir fácilmente en el postre o como acompañantes del plato principal.
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Planifica el menú e intenta compensar los entrantes y los platos principales para evitar una ingesta calórica excesiva.
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Reduce la cantidad de embutidos, picantes o especies, eligiendo preferiblemente carnes o pescados poco grasos como plato principal.
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Sustituye las salsas industriales (con un alto contenido calórico) por salsas caseras y vinagretas. Asimismo, intenta sustituir postres industriales por postres caseros.
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Hidrátate. Consume al menos 6-8 vasos de agua al día, con ello se facilitará el tránsito intestinal.
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Limita el consumo de alcohol, ya que sólo aporta calorías “vacías” y puede provocar daños el sistema digestivo y nervioso a corto plazo.
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Y lo más importante, come de todo, pero en pequeñas cantidades.
Ojo con los excesos en niños y mayores
Es especialmente importante cuidar la alimentación en el caso de niños, limitando el consumo de cafeína y bebidas azucaradas, evitando en la medida de lo posible los productos precocinados y los fritos. En el caso de las personas de edad avanzada, hay que tener en cuenta si sufren alguna enfermedad (hipertensión, diabetes, colesterol, enfermedades cardiovasculares o del riñón) para poder adaptar el menú y evitar descompensaciones de su enfermedad.