El único tratamiento para la hernia inguinal es el quirúrgico, pudiendo realizarse mediante CMI (Cirugía Mínimamente Invasiva) por laparoscopia o mediante cirugía clásica.
Es una cirugía ambulatoria, el paciente camina desde el primer momento tras la operación y a los 10 días hace vida completamente normal.
“La tasa de reaparición de la hernia inguinal se reduce si la intervención se realiza por laparoscopia”
¿Qué es una hernia inguinal y qué incidencia tiene?
Una hernia inguinal es una protrusión o saliente de un intestino a través de un defecto o punto débil en la pared abdominal, dando una sensación de abultamiento a la vista y al tacto en la zona de la ingle.
Su incidencia es bastante alta, sobre todo en hombres. Hasta un 20 o 30% de hombres desarrollarán hernia inguinal a lo largo de su vida. Mientras que en el caso de las mujeres, el porcentaje se reduce hasta al 3%.
¿Qué puede causar una hernia inguinal?
Las causas que pueden provocar una hernia inguinal pueden ser de dos tipos:
1- Aumento de presión dentro del abdomen
Este tipo de hernia se produce por diversos factores de riesgo:
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Estreñimiento crónico.
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Trabajos que requieren de levantamiento de cargas.
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Personas que por alguna razón tosen con mucha frecuencia.
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Personas que hayan sufrido un traumatismo abdominal.
2- Causa de origen congénito
La hernia de produce en los casos de personas que desde su nacimiento tienen un defecto en la pared abdominal que hace que ésta tenga menos fuerza.
¿Qué síntomas provoca la hernia inguinal?
Normalmente el paciente acude a consulta por una sensación de bulto a nivel inguinal. A veces, aunque menos frecuente, también dicen tener molestias.
En el caso de los hombres, pueden detectar pesadez en la zona del testículo al sentarse o ponerse de pie.
¿Una hernia estrangulada es una complicación frecuente? ¿En qué consiste?
Una hernia inguinal tiene un riesgo de complicación que se produce cuando la sangre no pasa correctamente por el intestino, produciendo una obstrucción y haciendo inviable o muriendo esa parte del intestino. Esta complicación es lo que llamamos hernia estrangulada. En estos casos se suele operar de urgencia.
¿Cuándo debemos acudir a Urgencias por una hernia inguinal?
Si ya sabemos que tenemos una hernia inguinal, debemos acudir a los servicios de Urgencias cuando notamos que esa hernia se pone dura, duele, aparecen náuseas, vómitos y malestar en general. El especialista intentará reducir la hernia o se realizará una operación de urgencia.
En el caso de hernia inguinal sin complicaciones, que aparece cuando estamos de pie pero que desaparece cuando nos tumbamos, debemos acudir a consulta lo antes posible, pero no requiere de la urgencia que comentábamos anteriormente.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Normalmente es un diagnóstico clínico y con la exploración en consulta es suficiente en casi un 80% de los casos. En otras ocasiones, si no está claro el diagnóstico, se realiza un TAC abdominal preferiblemente o también podría realizarse una ecografía abdominal.
¿Qué posibles tratamientos existen para que desaparezca la hernia inguinal?
El único tratamiento de la hernia inguinal en pacientes adultos es quirúrgico, no hay ningún otro tratamiento efectivo. Ni el fortalecimiento de la pared abdominal ni las fajas sirven para tratar una hernia.
Cuando el paciente llega a consulta, el especialista reduce en la medida de lo posible la hernia, es decir, resuelve parte del atasco que se ha producido para, en unas horas o en días, poder operar en una situación de normalidad. Excepto en los casos en que la hernia se encuentra estrangulada con varias horas o días de evolución, donde se realizará una operación de urgencias. Pero siempre es preferible operar con un intestino lo más sano posible. Hay que tener en cuenta que en esa parte del intestino se acumulan bacterias, de ahí la importancia de intentar reducir y esperar si es posible.
Cirugía de la hernia inguinal por laparoscopia
¿En qué consiste la operación de la hernia inguinal?
Hay dos formas de llevarla a cabo la intervención quirúrgica aunque desde el Hospital Victoria Eugenia abogamos por la cirugía mínimamente invasiva por laparoscopia. También se puede realizar con una cirugía clásica.
Por laparoscopia, la intervención será con anestesia general, realizando 3 incisiones: una de 1 cm y dos de 0,5 cm. Es una cirugía ambulatoria en ambos casos, que se realiza por la mañana y por la tarde el paciente vuelve a casa.
Ventajas de la cirugía por laparoscopia
Nuestra experiencia, aunque aún no está científicamente demostrado, es que esta técnica, frente a la cirugía clásica, ofrece mejores resultados en lo relativo a reaparición de hernias a largo plazo. Lo que sí está demostrado es que el paciente experimenta menos dolor y la vuelta a su vida habitual se produce mucho antes.
¿En que casos se realizará mediante cirugía clásica?
La decisión de recurrir a la cirugía clásica se suele reservar a pacientes en los que no está indicado la anestesia general o cuentan con múltiples cirugías abdominales. Se realiza quedando una herida quirúrgica de 6 o 7 cm, la recuperación es más dolorosa y aumenta el riesgo de complicaciones relacionadas con esa herida.
¿Cómo es el postoperatorio de la cirugía de la hernia inguinal?
El paciente desde el primer día de la cirugía camina. Puede tener molestias leves durante los primeros 4 o 5 días o hinchazón en los testículos en caso de hombres pero con medicación analgésica se resuelve. A los 10 días el paciente hace una vida completamente normal.
¿Puede volver a aparecer la hernia? ¿Se puede prevenir?
Las tasas de recidiva tanto si la técnica es laparoscopia como si es cirugía clásica está entre el 3 y el 5%. Sin embargo, nuestra sensación, como decía antes, es que con laparoscopia el porcentaje es más bajo.
En cuanto a la prevención, especialmente si es de origen congénito, no se puede prevenir la aparición de una hernia. Y en los casos en que se desarrollan por el tipo de vida que lleva el paciente, es muy complicado igualmente prevenirla.
Hay pacientes que si ya han tenido una hernia, tienen más predisposición a sufrirla nuevamente. En estos casos sí podemos advertir por ejemplo de evitar coger peso pero no podemos pretender que la gente deje de hacer su vida.