El papel de la inmunoterapia en la alergia. ¿Cuándo y por qué debo administrármela?
Actualmente entre el 30 y el 40% de la población mundial (aproximadamente un 25% de la población en España) padece algún tipo de alergia. Constituye un importante problema de salud pública y se espera un incremento de la incidencia a medio plazo. Sin un diagnostico y tratamiento correcto, la alergia produce un claro empeoramiento de la calidad de vida y un alto coste sanitario.
Vacuna de la alergia ¿Qué es la inmunoterapia?
La vacuna de la alergia o inmunoterapia consiste en la administración de dosis creciente de una vacuna con alérgenos frente a los que el sujeto está sensibilizado (pólenes, ácaros, hongos, epitelios de animales o veneno de himenópteros), hasta alcanzar una dosis eficaz que controle los síntomas producidos por la exposición a dichos alérgenos.
¿Cuándo debe administrarse inmunoterapia?
Un paciente debe administrarse inmunoterapia cuando padezca rinitis y/o asma alérgica o en el caso de padecer anafilaxia por veneno de himenóptero.
El alergólogo comprobará que existe una hipersensibilidad frente a uno o más alérgenos y que éstos sean responsables de sus síntomas alérgicos.
La inmunoterapia debe iniciarse de forma precoz porque no solo mejora los síntomas, además es preventivo para evitar la aparición de síntomas graves y evita nuevas sensibilizaciones.
Existen varias pautas para administrar inmunoterapia, pre-estacional, que se administraría antes de la estación polínica o coestacional (también llamada perenne) que se administra durante todo el año. Según las características del paciente el alergólogo decide cual es la más indicada.
¿Por qué es aconsejable la inmunoterapia? (Beneficios)
La vacuna antialérgica mejora los síntomas de la enfermedad, reducen la necesidad de medicación antialérgica y frenan la progresión de la enfermedad, evitando la aparición de asma bronquial en pacientes con rinitis alérgica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la inmunoterapia es el único tratamiento que puede modificar la enfermedad alérgica
El resto de tratamientos (antihistamínicos, antileucotrienos, broncodilatadores, corticoides…) solo actúan disminuyendo los síntomas mientras se tomen, no actúan sobre la causa de la enfermedad alérgica. Por lo tanto sin vacuna antialérgica, un paciente alérgico necesitará medicación sintomática durante gran parte de su vida.
Según varios estudios, el tratamiento con inmunoterapia subcutánea en la rinitis y el asma alérgico posee
un nivel de evidencia científica A
(buena evidencia de que la medida es eficaz y los beneficios superan ampliamente a los perjuicios).
Grado de recomendación (Centre for Evidence-Based Medicine (CEBM) de Oxford):