Una vez finalizadas las vacaciones estivales, la vuelta al cole supone un esfuerzo para todos los niños y niñas. El verano, generalmente, supone un periodo de tiempo ausente de responsabilidades académicas y con unas rutinas marcadamente diferentes a las del curso escolar. El retorno a esta dinámica puede hacer aparecer en algunos niños síntomas tales como tristeza, ansiedad, cansancio, dificultades para la realización de las tareas escolares, etc. Estos síntomas son normales cuando de volver al colegio se trata.
Con objeto de disminuir dichos síntomas, podemos plantear las siguientes
Recomendaciones para la vuelta al cole
1.- Adaptar los horarios.
Durante los días previos al inicio del curso, es conveniente que los niños vayan a dormir a la hora en la que deberán hacerlo durante el curso. Los horarios de las actividades rutinarias (dormir, higiene, comidas) deberán ir adaptándose de forma progresiva al que tendrán durante el curso.
2.- Evitar las prisas por las mañanas.
Es recomendable levantarse con el tiempo suficiente para poder desayunar y llegar al colegio, sin tener que hacerlo de forma apresurada.
3.- Dedicar tiempo al ocio.
El inicio del curso no debe suponer el final de todas y cada una de las actividades de ocio disfrutadas durante el verano. Se debe disponer de un tiempo para el desarrollo de actividades de juego y entretenimiento, tal y como se venían produciendo durante las vacaciones. Estas actividades contribuyen a la eliminación del estrés y ansiedad promovidos por el inicio del curso. Quedar con otros compañeros de colegio. Días antes del inicio del curso será muy positivo para el niño quedar con antiguos compañeros para ir recuperando juegos comunes y así favorecer su adaptación.
4.- Ilusionarles con el inicio del curso.
Generar en los niños la idea de lo interesante y atractivo que resultará el inicio del nuevo curso y de las experiencias tan interesantes que puede llegar a experimentar. Como forma de ir introduciendo estas expectativas, el contar con la colaboración del niño a la hora de preparar el material escolar, de organizar su espacio de estudio en casa, contar con su opinión a la hora de elegir la mochila, es un método útil de hacerlo.
5.- Despedirnos tranquilos y contentos.
Transmitirles que lo que estamos haciendo es lo mejor para él. Alargar el tiempo de permanencia hace que intente a su vez alargar una separación. Cuando el niño acuda al colegio debe notar la seguridad de sus padres; por ello, la despedida en el centro escolar debe ser breve y sin dramas, aunque el pequeño se quede llorando. Inevitable. Los padres deben mantener una actitud exenta de dudas y nerviosismo, sin sentimientos de culpa. Es importante que padres y madres comprendan la importancia del proceso y de su intervención para superarlo con éxito.
Escucha activa a los hijos
Durante los primeros días del curso los niños y niñas pueden mostrar cierta tristeza por el final de las vacaciones. Estar disponibles para escuchar de forma activa sus comentarios e hacerles ver como eso mismo que les está pasando a ellos, también nos pasa a los padres y madres, les permitirá hacer más liviana la transición de un periodo a otro. Debemos mostrarles comprensión, darles cariño y apoyarles, así como proporcionarles ayuda en sus tareas y quehaceres, con la intención de que se les haga más llevadera esta etapa.
Como método para reforzar su motivación para afrontar el curso escolar, se pueden planificar actividades lúdicas del agrado del niño, durante los fines de semana, a modo de recompensa o gratificación por el esfuerzo realizado.
A todos aquellos que somos padres y madres nos es bien conocido lo que representa dejar a nuestros hijos por primera vez, bien en una guardería, bien en un colegio. Esa angustia vivida, con mayor o menor intensidad, es transmitida a nuestros hijos y recibida por ellos. No obstante, el mostrarse calmado y seguro de lo que estamos haciendo, ofrece a nuestros hijos un modelo de comportamiento que les será útil en un futuro, de la misma manera que favorece el desarrollo de un apego seguro, donde el niño sabrá de la disponibilidad de sus padres, aun sin estar estos presentes.