La neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta principalmente a los niños, principalmente menores de 5 años de edad y a los adultos mayores de 60 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.
El tabaquismo y la exposición al humo de tabaco son factores de riesgo significativos para desarrollar neumonía y agravar esta condición.
Doctor, ¿qué es la neumonía y que la causa?
La neumonía es la infección aguda del pulmón producida por microorganismos. Estos pueden ser bacterias, virus (recordemos la producida por el Sars-CoV-2), hongos o parásitos. Los más frecuentes son las bacterias que colonizan nuestras secreciones orofaríngeas. Estas secreciones llegan al pulmón mediante microaspiraciones que se producen sin darnos cuenta, fundamentalmente cuando dormimos.
Existen otras vías de infección como la aérea al inhalar los agentes infectantes suspendidos en micropartículas o por la sangre procedente de otros focos de infección existentes en otras partes del cuerpo. En general, el organismo y el pulmón tienen mecanismos de protección como la dificultad de colonización de secreciones y mucosas, la tos, los anticuerpos y las células de defensa leucocitos y macrófagos. Cuando la cantidad de microorganismo es grande, son muy virulentos (agresivos) o las defensas están disminuidas, se produce la neumonía.
¿Qué señales o síntomas nos pueden hacer sospechar que padecemos neumonía?
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Se suele experimentar malestar general y fiebre. Ésta puede ser alta y precedida de escalofríos.
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Se presentan síntomas respiratorios como tos con expectoración que en algún caso, es herrumbrosa.
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Sensación de falta de aire y dolor costal.
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El herpes labial no es infrecuente.
Otros síntomas de la neumonía:
En otras ocasiones, la neumonía se manifiesta de forma más larvada con:
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Dolores musculares y articulares.
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Dolor de cabeza.
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Diarrea.
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Náuseas o vómitos.
Neumonía en personas mayores:
No es raro que personas ancianas con neumonía solo muestren cuadros confusionales y empeoramiento de enfermedades previas.
¿Qué complicaciones puede generar si no se trata la neumonía a tiempo?
Las complicaciones dependen de la virulencia inicial del agente causante y del estado de salud previo del paciente.
El tratamiento precoz de la neumonía tiene su importancia, ya que el 90% de las complicaciones aparecen en los tres primeros días.
Las complicaciones son:
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Aparición de derrame pleural o infección en la misma pleura.
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Fracaso respiratorio, cardiaco, renal o incluso fallo multiorgánico.
Bronquiectasias
Una vez tratadas e incluso curadas, pueden dejarnos secuelas en forma de cicatrices, como dilataciones bronquiales (bronquiectasias) que van a propiciar episodios de infecciones bronquiales de repetición. O incluso un pulmón con una rigidez superior a lo normal, siendo su principal síntoma la disnea o falta de aire.
Diagnóstico y tratamiento de la neumonía
¿Qué abordaje se hace de ésta en el Hospital?
Diagnóstico de la neumonía
Lo primero es realizar el diagnóstico, que se suele hacer en Urgencias. Una vez sospechado el cuadro, necesitamos pruebas diagnósticas de imagen que demuestre la presencia de un infiltrado pulmonar:
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Radiografía.
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TAC
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O incluso eco de tórax.
La auscultación nos ayuda detectar alguna complicación, como derrames pleurales y los análisis a acabar de determinar la gravedad.
Tratamiento de la neumonía según gravedad
Tras la confirmación del diagnóstico, se hace una clasificación de gravedad según escalas ya predeterminadas y así dictaminar el mejor ámbito para el tratamiento:
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En domicilio con seguimiento posterior.
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En observación algunas horas y alta rápida.
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Ingreso en planta de neumología, infeccioso o medicina interna, o en UCI.
El tratamiento es con antibióticos que se aplican de forma empírica y según normativas que se revisan periódicamente, ya que en la mayoría de las neumonías no es posible aislar microorganismo alguno. Desde hace algún tiempo, se realiza un test de orina que detecta la presencia de bacterias frecuentes y ayuda a orientar el tratamiento.
Además del antibiótico, el paciente debe recibir soporte de oxígeno si lo precisara, antipiréticos, analgésicos y control de glucemia, tensión arterial o de las enfermedades que padece el enfermo previamente. En casos extremos, puede ser necesaria la ventilación asistida o incluso la diálisis.
Factores de riesgo ¿La neumonía se da de forma más frecuente en personas mayores? ¿Por qué?
Efectivamente la neumonía es más frecuente en personas mayores y no sólo eso, sino que puede ser más grave. Se suele usar el límite de los 65 años. Es difícil separar la edad de otras enfermedades que generalmente padecemos o hábitos que adquirimos y facilitan la aparición de las neumonías.
Entre los factores que favorecen las neumonías están todos aquellos que debilitan las defensas respiratorias:
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Tabaco.
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Alcohol.
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Desnutrición.
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Diabetes.
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EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)
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Medicación inmunosupresora
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La edad.
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Trastornos neurológicos y de la deglución.
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Convalecencia de gripe.
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Dientes en mal estado.
Recomendaciones para su prevención de la neumonía
En general para prevenir la neumonía se resumen en:
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Llevar una vida lo más sana y activa posible.
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Evitar tabaco y alcohol.
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Dieta saludable.
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Hacer el tratamiento correcto de las enfermedades.
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Buen control de la glucemia.
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Vacunaciones de gripe y neumococo cuando estén indicadas.