Las hormonas tiroideas, claves para el correcto funcionamiento del cuerpo
Tiroides
La función de la glándula tiroidea consiste en producir y almacenar las hormonas tiroideas en cantidad necesaria para responder a la demanda del organismo. Estas hormonas son la tiroxina o T4 y la triyodotironina o T3. Ambas contienen yodo y se liberan hacia la sangre, a través de la cual llegan a los diferentes tejidos del organismo, donde ejercen funciones muy importantes y variadas.
Las hormonas tiroideas son necesarias para que el cuerpo pueda utilizar la energía, mantener la temperatura corporal y que el cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos funcionen normalmente.
Las alteraciones de la función tiroidea se diagnostican mediante una determinación analítica de TSH y hormonas tiroideas (T4 y T3).
Enfermedades más comunes de la tiroides
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Déficit de función de la glándula (hipotiroidismo)
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Exceso de función de la misma (hipertiroidismo)
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Patología nodular tiroidea y su aumento de tamaño (bocio)
Hipotiroidismo
En el hipotiriodismo se produce una reducción de producción de hormonas tiroideas.
Síntomas
En el caso del hipotiroidismo, los síntomas son muy variables e inespecíficos como cansancio, mala tolerancia al frío, tendencia a hinchazón y aumento de peso, estreñimiento y sequedad cutánea.
Resulta imprescindible siempre realizar un diagnóstico analítico e incluso se suele recomendar un segundo análisis de confirmación, antes de establecer un diagnóstico definitivo.
Tratamiento
El tratamiento se basa en sustituir el déficit de función del tiroides y para ello se utiliza hormona tiroidea sintética o levotiroxina. La administración será, en general, diaria y se absorbe más eficientemente con el estómago vacío.
Para comprobar que las dosis de levotiroxina es la adecuada se realizarán controles analíticos dejando siempre transcurrir un mínimo de 4-6 semanas tras el inicio del tratamiento o cambio de dosis. Una vez que se comprueba la dosis correcta, al normalizarse los análisis, ya pueden espaciarse los controles pasando a ser semestrales o incluso anuales.
Problemas del hipotiroidismo no tratado
El hipotiroidismo no tratado puede contribuir al aumento de los niveles de colesterol. Durante el embarazo, puede causar complicaciones como parto prematuro, presión arterial alta, abortos, retrasar el crecimiento y desarrollo del bebé. Con el tiempo, puede causar obesidad, dolor en las articulaciones, infertilidad o enfermedad cardíaca.
Hipertiroidismo
En el hipertiroidismo existe un aumento de producción de hormonas tiroideas.
Síntomas
En el hipertiroidismo, los síntomas más habituales son nerviosismo, ansiedad, irritabilidad, cansancio, taquicardia, palpitaciones, pérdida de peso, temblor de manos, insomnio, intolerancia al calor, sudoración excesiva y aumento en el número de deposiciones.
Tratamiento
El tratamiento está dirigido a frenar el exceso de función de la glándula tiroidea. Se utilizan los fármacos antitiroideos (metimazol, carbimazol y propiltiouracilo) para reducir la producción de las hormonas tiroideas por el tiroides. Otra opción de tratamiento es el radioyodo, que se utiliza generalmente cuando fracasa el tratamiento médico o cuando aparecen complicaciones severas secundarias al tratamiento con antitiroideos. Por último, está la opción quirúrgica que se indica ante la presencia de grandes bocios, con síntomas compresivos locales, sospecha de malignidad, presencia de nódulos grandes, deseo gestacional a corto plazo y afectación ocular severa.
Para comprobar que las dosis de antitiroideos es la adecuada se realizarán controles analíticos periódicos dejando siempre transcurrir un mínimo de 4-6 semanas, hasta lograr normalizar la función tiroidea.
Problemas del hipertiroidismo no tratado
El hipertiroidismo debe tratarse siempre, ya que sin tratamiento se ha descrito una mortalidad alta (20% incluso). De no tratarse puede ocasionar problemas cardiacos, tales como arritmias, complicaciones tromboembólicas en casos de fibrilación auricular, así como agravamiento de la enfermedad coronaria o de la insuficiencia cardíaca. A nivel óseo, aumenta el riesgo de osteoporosis.
Nódulos tiroideos
Síntomas
Muchos casos de patología nodular tiroidea son asintomáticos u ocasionan ligeras molestias estéticas. Cuando existen síntomas suelen estar originados por compresión de las estructuras próximas al tiroides y suele manifestarse como ronquera persistente, dificultad para respirar, dificultad para tragar, etc.
Causas
Se desconoce la causa de su desarrollo. A veces se relaciona con la deficiencia de yodo, ya que este nutriente es necesario para producir las hormonas tiroideas. Otro factor de riesgo es la presencia de nódulos tiroideos en varios miembros de la familia.
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico se puede realizar mediante exploración física, pero la técnica más precisa es la ecografía tiroidea -una prueba indolora e inocua que no conlleva radiación-, que permite localizar lesiones no perceptibles durante la exploración física e indica la benignidad o malignidad del nódulo tiroideo.
Tratamiento
Sin embargo, no existen tratamientos efectivos para evitar que crezcan. Se indicará la cirugía si el tamaño es grande, existe sospecha de malignidad o existe clínica compresiva.
Bocio
Bocio es un aumento de tamaño de la tiroides.
Síntomas
Al igual que la patología nodular tiroidea no suele producir síntomas y los habituales es por compresión de las estructuras próximas al tiroides, ocasionando ronquera persistente, dificultad para respirar o tragar, etc.
Causas
La deficiencia de yodo también puede asociarse al desarrollo de bocio, es decir, a un aumento del tamaño de la glándula tiroides.