Especialistas en medicina general Sevilla
Hospital Victoria Eugenia Cruz Roja
Sintrom ¿qué es y para qué sirve?
Sintrom es la marca comercial de un medicamento que contiene el principio activo acenocumarol, que pertenece al grupo de medicamentos denominados anticoagulantes, que disminuyen la capacidad de coagular de la sangre y por tanto, ayudan a prevenir la formación de coágulos en los vasos sanguíneos.
Cómo funciona el acenocumarol – Sintrom®.
La coagulación se produce como una cadena de montaje que engloba, en un proceso denominado “cascada de la coagulación“, varias etapas conjugadas y consecutivas para que se produzca la coagulación. Una de estas etapas necesita de la vitamina K para su realización.
El Sintrom® actúa inhibiendo la producción la vitamina K por el hígado, impidiendo que se lleve a cabo, y parando así la cadena de la coagulación.
Muchos de los inconvenientes del Sintrom® advienen de su forma de actuar, pues la vitamina K no solo es producida por el hígado, también puede ser ingerida en multitud de alimentos. Así pues, la ingesta de alimentos con gran aporte de vitamina K, determinadas enfermedades o el uso de determinadas medicaciones pueden interferir en la disponibilidad de la vitamina y, consecuentemente, alterar el efecto del Sintrom®.
¿Qué es la heparina?
La heparina se usa también para prevenir la formación de coágulos de sangre en personas con algunas afecciones médicas o se someten a ciertos procedimientos médicos que aumentan las probabilidades de que éstos se formen.
Se administra inyectándose bajo la piel (en el tejido celular subcutáneo) aunque también se puede administrar de forma intravenosa. Así mismo, la heparina se usa en pequeñas dosis para prevenir la formación de coágulos en los catéteres (tubos de plástico delgados mediante los cuales se pueden administrar medicamentos o extraer sangre) que se dejan en la vena por un tiempo. La heparina pertenece a una clase de medicamentos llamados anticoagulantes (”diluyentes de la sangre”).
Cómo funciona la heparina
La heparina es un anticoagulante parenteral muy utilizado en la medicina clínica.
La heparina es una sustancia natural que ayuda al proceso de la anticoagulación sanguínea, que desempeña un importante papel en la formación del coágulo en la sangre.
La heparina clásica ejerce su efecto anticoagulante acelerando la formación de complejos moleculares entre la antitrombina III y los factores II (trombina), IX, X, XI y XII, que quedan inactivados.
¿Para qué pacientes están indicados los anticoagulantes?
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Pacientes con trastornos del sistema de coagulación.
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Pacientes que portan válvulas cardíacas protésicas mecánicas.
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Personas con patologías causadas por coágulos (trombosis venosa profunda, AVC, infarto de miocardio complicado con coágulo intraventricular.)
También se indica el tratamiento anticoagulante para prevenir la aparición de trombosis o de embolias en pacientes con un mayor riesgo de que la sangre se coagule de forma excesiva. Por ejemplo, post operatorio de cirugías de prótesis ortopédicas que necesitan reposo prolongado del paciente o personas con arritmia por fibrilación auricular que presenten múltiples factores de riesgo. El riesgo de ictus en estos pacientes varia conforme la presencia de uno o más factores de riesgo, pero puede llegar a darse en una tasa de 10% al año.
Esos factores de riesgo que incrementan el riesgo de ictus en pacientes con fibrilación auricular son:
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Antecedentes de embolia o ACV
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Persona mayor de 75 años
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Enfermedad cardiaca estructural
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Hipertensión
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Antecedentes de infarto agudo de miocardio
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Insuficiencia cardiaca descompensada recientemente
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Diabetes
Riesgos al tomar anticoagulantes
Evaluación del riesgo de sangrado. Algunos factores identificados como favorecedores del riesgo de sangrado son:
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Persona mayor de 80 años.
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Tratamiento con antiagregantes (ácido acetil salicílico (AAS), Adiro®, Tromalyt®, Plavix®, Iscover®.)
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Hipertensión mal controlada (tensiones superiores a 180/100 mmHg).
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Antecedentes de sangrado gastrointestinal.
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Antecedentes de hemorragia intracraneal.
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Enfermedad hepática o discrasia sanguínea.
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Anemia
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Uso de múltiples medicaciones
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Alteraciones en la marcha y caídas frecuentes.
Interferencias de los anticoagulantes con alimentos
Las personas anticoaguladas deben comer de todo de forma variada y equilibrada. Los únicos alimentos prohibidos son los que se le hayan restringido por otras causas como pueden ser las dietas por tensión alta, colesterol o diabetes. Es importante que vaya ‘rotando’ los alimentos y evite basar la dieta durante días seguidos en un mismo tipo de alimento, especialmente los ricos en vitamina K como coles, brocoles, repollo y otros vegetales de hoja verde, castañas, etc. Que, consumidos de forma preferencial, pueden interferir en la medicación.
No obstante, tan inadecuado como consumir una excesiva cantidad de este tipo de alimentos es el dejar de tomarlos por completo, ya que su dieta sería deficitaria en vitamina K y podría ponerse en situaciones con peligro de hemorragia. En definitiva, lo conveniente es comer de todo de forma variada.
Interferencias de los anticoagulantes con otros medicamentos
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En primer lugar debe EVITAR AUTOMEDICARSE y ADVERTIR SIEMPRE a cualquier médico que le atienda que usted toma medicación anticoagulante para que se le receten medicamentos que interfieran lo menos posible en ese tratamiento.
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Si necesita un analgésico de forma ocasional, puede tomar los que están compuestos por PARACETAMOL.
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Salvo las medicaciones que figuran como de ‘No interferencia’, debe comunicar siempre los cambios en sus tratamientos, tanto al inicio como al interrumpirlos. En general se le indicará que empiece o suspenda el medicamento y al cabo de 5-7 días realice un control.
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Cuando realice cambios en la medicación, el día del control traiga el prospecto o caja para poder conocer el nombre correcto. No sirve de nada que indique la forma, tamaño o color de las pastillas.
A continuación expongo un cuadro procedente de las Guias clínicas de Fisterra muy claro:
Se han organizado los medicamentos de uso más frecuente en tres grupos:
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Potenciadores de la anticoagulación
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Inhibidores de la anticoagulación
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Menor interferencia de la anticoagulación
Salvo los del último grupo, al iniciar o terminar un tratamiento con los que se consideran potenciadores o inhibidores debe realizar un control a los 5-7 días. En algunos casos especiales (que su médico le indicará) es preciso realizar un ajuste de dosis antes del cambio en la medicación.
Anticoagulantes y alcohol
Puede tomar vino o cerveza en cantidad moderada acompañando a las comidas, siempre que no se le hayan restringido por otros motivos. Los excesos en la cantidad o la toma de bebidas alcohólicas más fuertes pueden llegar a hacer imposible el control del tratamiento.
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En caso de consumo crónico de alcohol, disminuirá el efecto del anticoagulanten
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En caso de ingestión aguda de alcohol, el efecto que se produce es el contrario: aumento del efecto del anticoagulante, por inhibición metabólica.
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La toma de bebidas alcohólicas en cantidades pequeñas o moderadas pero repetidas, puede provocar un aumento del efecto anticoagulante.
Algunos estudios sugieren que el alcohol puede desplazar a la warfarina de su unión a las proteínas plasmáticas, lo que puede alterar la cinética del anticoagulante.
Precauciones a tener en cuenta con los anticoagulantes
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Utilizar la dosis exacta indicada por su médico y procurar tomar el fármaco siempre a la misma hora. Si es posible, lejos de las comidas.
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No tomar nuevas medicaciones sin antes consultar a su médico.
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Evitar bebidas alcohólicas.
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Ante cualquier alteración de su estado general de salud (fiebre, diarrea, vómitos), consultar a su médico por si fuera preciso realizar controles complementarios a los que ya se hace.
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Si presenta alguna complicación debida al tratamiento como hemorragias nasales, sangre en la orina, heces negras y pastosas o con sangre, esputos con sangre o hematomas espontáneo debe acudir al control.
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Puede tomar en caso de dolor o de fiebre paracetamol (Gelocatil®, Tylenol®, Frenadol®, Algidol®) o diclofenaco (Voltaren®). El Nolotil® debe utilizarse con precaución pues puede interferir el efecto del Sintrom®.
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No debe de hacer ejercicios violentos, que puedan producir traumatismos para evitar hematomas o hemorragias.
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Notificar a su médico en caso de extracciones dentarias, intervenciones quirúrgicas o accidentes.
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Están prohibidas las inyecciones submusculares por el riesgo de sangrado.