Servicio de endocrinología del Hospital Victoria Eugenia
El 14 de Noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, con el objetivo de aumentar la concienciación global sobre esta enfermedad, que se encuentra en constante (y alarmante) aumento en todo el mundo.
Se trata de una enfermedad crónica, que conlleva múltiples complicaciones si no se diagnostica y trata de forma precoz, y que aumenta el riesgo de mortalidad de las personas que la padecen. Por ello es imprescindible que tomemos conciencia de su significado y emprendamos acciones desde ahora para prevenir este imparable crecimiento.
La diabetes en cifras
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Hay 400 millones de personas afectas de Diabetes en todo el mundo; en 20 años la cifra habrá AUMENTADO casi un 50% (592 millones de personas).
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Casi LA MITAD está SIN DIAGNOSTICAR
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La Diabetes causó 5,1 millones de muertes en 2013 (1 persona cada 6 segundos)
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Genera un 11% del gasto sanitario total en adultos (principalmente debido a las complicaciones)
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La mayoría de los afectados tienen entre 40 y 59 años
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El 80% de los afectados viven en países de desarrollo medio-bajo
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Más de 79.000 niños desarrollaron Diabetes Tipo 1 en 2013
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Más de 21 millones de recién nacidos afectados por Diabetes durante el embarazo en 2013
Pero ¿qué es la diabetes?
La diabetes es un aumento de los niveles de glucosa en sangre, porque el cuerpo no dispone de la insulina suficiente para transformarla en energía. Cuando el páncreas no produce insulina, es DIABETES TIPO 1. Cuando el páncreas no produce bastante insulina (o la insulina no es utilizada de manera eficaz), es DIABETES TIPO 2. Cuando la insulina es menos eficaz durante un embarazo, es DIABETES GESTACIONAL.
La diabetes puede manifestarse con síntomas. Si notas necesidad de orinar con frecuencia, sed excesiva, falta de energía y/o has perdido peso sin motivo, podrías tener diabetes y deberías consultar a tu médico.
Sin embargo, en muchos casos, la diabetes no da síntomas hasta meses o años después de comenzar a pasar factura; si este aumento permanente de glucosa no se te diagnostica y trata a tiempo, puede dañarte los ojos, el riñón, el sistema nervioso y el corazón, aumentando el riesgo de complicaciones cardiovasculares. El retraso del diagnóstico significa que muchas personas ya tienen al menos una complicación en el momento en el que se les diagnostica diabetes.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
La mayoría de los casos de diabetes tipo 2 y sus complicaciones serias, se podrían prevenir con estilos de vida saludables: realizar una alimentación sana y ejercicio físico de manera regular. Más del 70% de los casos de diabetes tipo 2 se pueden prevenir o retrasar mediante la adopción de un estilo de vida más saludable, lo cual equivale a casi 150 millones de casos para 2035.
El sobrepeso y la obesidad son responsables de hasta un 80% de los nuevos casos de Diabetes tipo 2. Para reducir este riesgo, el objetivo no es la reducción rápida y descontrolada del peso, sino el control y la pérdida progresiva basada en la adquisición de hábitos de vida saludables y su mantenimiento a largo plazo.
Para realizar una alimentación sana y ayudar a prevenir la Diabetes, es fundamental consumir un desayuno saludable, ya que ésto ayuda a controlar el apetito y los niveles de glucosa en sangre, por lo que reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Es fundamental NO SALTARSE EL DESAYUNO, ya que en general esta medida se asocia a aumento de peso y no nos ayuda en nuestro objetivo.
Entre las opciones saludables para un desayuno equilibrado, podemos elegir entre las siguientes (como máximo 1 componente de cada grupo):
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GRUPO 1: Té o café sin azúcar; Leche desnatada; Yogur sin azúcar (con nueces, semillas, fruta fresca); Queso (poco)
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GRUPO 2: Pan, arroz u otros productos integrales; Cereales con un alto contenido en fibra y bajo en azúcar
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GRUPO 3: 1 pieza de fruta fresca (manzana, pera, naranja, melocotón)
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GRUPO 4: Huevos (hervidos, revueltos o escalfados); Pollo/pavo asado; Jamón, embutidos (poco)
Y deberíamos evitar: zumos de fruta, smoothies de fruta, la mayoría de los cereales para el desayuno, pan blanco, pasteles, croissants, alimentos fritos, mermelada, miel, crema de chocolate, leche con sabores, yogur azucarado, bebidas azucaradas.
En cuanto al resto de la alimentación, con el objetivo de reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, así como complicaciones en personas ya diagnosticadas de diabetes, deberíamos incrementar el consumo de verdura y fruta fresca (4-5 raciones al día), cereales integrales ricos en fibra (pan, arroz y pasta integral), carnes magras (predominantemente carne blanca y aves), pescado (al menos 3 veces por semana, potenciando el consumo de pescado azul) y frutos secos.
Además, debemos potenciar el consumo de agua, café o té sin azúcar en lugar de bebidas azucaradas, limitar la ingesta de alcohol (máximo 2 bebidas estándar al día, fundamentalmente vino por su potencial antioxidante), y sustituir ingestas entre horas por frutos secos (10-15g), una pieza de fruta fresca o un yogur sin azúcar. Es muy importante limitar al máximo las grasas saturadas (mantequilla, grasas animales, aceite de coco, aceite de palma), y sustituirlas por grasas insaturadas (aceite de oliva o girasol).
No debemos olvidar que, de forma paralela a la realización de una dieta saludable, debemos potenciar la actividad física y combatir el sedentarismo como uno de los principales factores de riesgo de diabetes tipo 2. Realizar 30 minutos de ejercicio físico al día puede reducir un 40% el riesgo de desarrollar Diabetes tipo 2. No debes olvidar que el ejercicio físico debe ser parte de tu día a día, y a veces consiste en modificar pequeños hábitos (subir las escaleras de casa, ir andando al trabajo o a la compra…).
Y no olvides que, si piensas que estás en riesgo de tener o desarrollar diabetes (sobrepeso, dieta no saludable, falta de ejercicio, historia familiar), haz que te examinen. El diagnóstico precoz y el tratamiento a tiempo, puede salvar vidas.